miércoles, 21 de julio de 2010

Como decíamos ayer...

Y ojalá en aquella noche,
donde la cálida brisa me alcance,
se deshaga en tinieblas la triste espera
en que mis latidos se abalanzan en derroche
por sentir tus ojos en mis letras,
tus caricias en mis palabras
y tu mano temblorosa en tus mejillas
donde secas las lágrimas de tu cara.


1 comentario:

  1. ¡Por fin, por fin, por fin! :)
    Y este trocito de espacio se te quedará corto, porque tienes demasiado que decir. Y yo mucho que leer.
    Aunque, siempre preferiré que algún día me sorprendas con una libreta llena de ti, que al margen de que me gustase, lo podría utilizar cuando tu nombre resuene por ahí, jejeje :)

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